El convento de Santa Ana es un conjunto monumental declarado Bien de Relevancia Local. La pieza con mayor valor histórico es la ermita dedicada a Santa Ana y San Antonio Abad, fundada en 1410 por doña Carroza de Vilaragut, señora de Albaida, Carrícola y Corbera.
El convento de dominicos dedicado a Santa Ana fue fundado en 1538 por el padre Joan Micó, con el objetivo de reafirmar la conversión de los moriscos del lugar. Tanto el monasterio como la ermita se encuentran actualmente en ruinas puesto que fueron desmantelados a raíz de la Desamortización de Mendizábal y, lo único que queda en pie son sus muros y algunas dependencias como la almazara y una acequia que continúa en uso actualmente.
La ermita es de planta rectangular dotada de un sencillo cornisamiento y un alero de varias hileras de ladrillos y la puerta de acceso está adintelada y sobre ella se abre un vano por donde se entrevé las dovelas de la entrada original. El interior está cubierto con una bóveda de cañón y dividido en dos ramos por un arco que reposa sobre pilastras adosadas y la bóveda del presbiterio está cortada por cuatro arcos torales.